La Emperatriz es la segunda carta en el tarot (después del Arcano Mayor de La Sacerdotisa) cuyo personaje principal es una mujer; para muchos simboliza a la gran madre Tierra. Este Arcano número III del tarot es muchas veces presentado como sinónimo de fecundidad, pues se le suele asociar con la diosa Venus; sin embargo, para otros especialistas esto no es así -al menos en la baraja de Marsella- pues son pocos los elementos que hacen referencia a ello.
Lo que no hay duda es que en este Arcano vemos a una mujer de poder: agradable, pero capaz de acciones dominadoras, pues le gusta concebir pero también gobernar. Representa lo creativo, la hermosura, la belleza, la abundancia y lo social, la afirmación de la capacidad humana para crear y poder expresarse por cualquier medio.
En su aspecto negativo, este naipe se relaciona con la codicia, la posesividad y la auto indulgencia. Suele representar a una madre cálida, a una mujer embarazada o a alguna persona creativa.
En astrología se asocia a este Arcano con el planeta Venus y, en menos ocasiones, con la Luna.