La Muerte en el tarot es una carta que produce miedo, temor y cierto rechazo, pues siempre hemos asociado su concepto con algo negativo y el final de todo lo que conocemos y experimentamos. De hecho, en la baraja de Marsella, este Triunfo tiene número pero ningún nombre; por esa razón se refiere a este naipe en varias ocasiones como “El Arcano sin nombre”, siendo «La Muerte» una connotación basada en su número y en el personaje que vemos en la figura.
Asimismo, si bien su número (XIII) se ha relacionado en astrología con el mes de las defunciones, también se le ha relacionado con la etapa de recuperación y renovación. Si ha esto último sumamos el hecho de que cuando hablamos de tarot hablamos de ciclos y estadios de evolución personal, este Triunfo, en realidad, nos indica el fin de una etapa y el inicio de otra.
Es, por tanto, una carta de oportunidades, de cambios importantes, de renovación y de transición. Si la carta de El Colgado en el tarot nos recordaba a un fruto inmaduro colgado de un árbol pero que estaba a punto de caer… La Muerte nos indica que, una vez ese fruto caiga al suelo, es una oportunidad para que de él crezca algo nuevo y provechoso. Este Arcano es, por tanto, el germen de un nuevo comienzo.
En astrología se ha relacionado este naipe con el misterioso y regenerativo signo de Escorpio.